La historia de un suspiro.

Llevaban años cruzándose los buenos días de cortesía habituales de cualquier ascensor y haciendo la misma pregunta retórica de ¿ vas la cuarto no?.

El solía llevar vaqueros holgados y el pelo despeinado que le hacían aún mas atractivo, junto con su nariz grande  y los dientes algo desordenados.

Ella se limitaba a observarle sin mirar directamente pero tenía un estudio pormenorizado de todo su físico, incluso se había hecho alguna idea de donde se había hecho esa cicatriz en la cara. Atractivo añadido. Las imperfecciones le atraían.

Años … hasta que esa mañana ella salía corriendo, como siempre, pero esta vez llevaba la cámara en la mano. No tuvo tiempo de guardarla en su bolsa y el preguntó asombrado ¿ eres fotógrafa ?. Ella asintió  y le sonrió.

Siempre he querido hacerme fotos, dijo el. No le dio opción a seguir hablando cuando ella le dijo mañana en mi estudio. Sacó una tarjeta y se la metió  en el bolsillo de su chaqueta. A las 12!

Aun no eran las doce y el ya estaba en su estudio.  Ella le sonrió y le volvió a dar los buenos días, esta vez fuera del ascensor, era su terreno, quizás por eso esta vez le miró a la cara mas directamente.

Desnúdate tranquilamente y túmbate en la cama, relájate.

Eso hizo… desnudarse.

Su cuerpo es bonito y a través del cristal de su objetivo, lo es aún mas, diría que perfecto. Ella se implica de una manera desmedida en cada trabajo pero esta vez era imposible concentrarse solamente en las luces, las sombras, los encuadres.

Los focos, el sonido del flash, el calor, disparo tras disparo, cambios de postura, suspiros y desnudez, solo les separa su cámara.

 

La historia de uns suspiro.

La historia de uns suspiro.

Una hora después, la cámara descansa en el suelo y solo quedan los suspiros.

Los suspiros de Ana.

 

 

 

 

 

 

 

2 Comentarios

  1. Mirtha

    Un amigo increíble (y en ocasiones pienso que también imaginario, porque desaparece con mucha frecuencia) me hizo una lista de lugares mágicos en la red. Poco a poco los voy visitando. Y la verdad es que no se equivocaba con ninguno de ellos. Tampoco se ha equivocado con el tuyo. Qué tacto tenéis para la magia. Me he permitido compartir este post a través de mis google+ Un saludo.

    Responder
    • admin

      Pues muchísimas gracias
      Un saludo

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *