Yo soy de las personas que piensan que EL TAMAÑO SI IMPORTA, ¿pero en que sentido?.
Parece que el tamaño de las cosas nos preocupa demasiado en cualquier aspecto de la vida. Un coche grande, una casa enorme, una pantalla inmensa de televisión, de los atributos sexuales ni que decir tiene que traen de cabeza a mas de algunos y algunas. En el mundo de la fotografía no iba a ser menos el deseo de tener un gran equipo.
Se ha extendido una fiebre en cuanto al equipo fotográfico que a mi parecer es excesiva. Incluso transciende a esa rivalidad entre marcas al estilo de la afición futbolera cuando en una conversación entre fotógrafos aficionados o profesionales, surge la habitual pregunta ¿ eres de Canon o de Nikon?, el equivalente a ¿ del Madrid o culé?. Y por supuesto hay que evidenciar que si estas con Canon hay que estar contra Nikon… cuando en realidad deberíamos conocer el funcionamiento de cuantas mas cámaras mejor para poder determinar que equipo elegir, cosa que dista bastante de lo que solemos hacer…
Si que es cierto que dentro de la multitud de tipos y formatos de cámaras, compactas, bridge, DSLR, CSC… hay diferencias evidentes y que a mayor sensor, mayor calidad de imagen y rendimiento, es lógico…Pero insisto en que no todo son sensores grandes, mayor número de megapixeles, cámara grandes, etc…
Volviendo al símil comparativo del futbol, ¿ de qué sirvió al Madrid tener uno de los mejores porteros del mundo en su última etapa si no lo sacaban a jugar?. Pues ocurre exactamente lo mismo en el mundo de la fotografía…¿de qué sirve tener las cámaras mejores del mercado, si nos falta la pasión, las ganas…?.
Es evidente que con las actuales cámaras digitales hemos ganado en versatilidad y rapidez, sin embargo hemos perdido en reflexión. El hecho de que con pocos conocimientos sobre fotografía ( o incluso nulos) se puedan disparar miles de fotos, incluso con los teléfonos móviles, deja poco espacio al cuidado y la preparación de una foto.
Yo empecé usando una cámara analógica, lo típico en los 80, y el esfuerzo visual era mayor, el cuidado al encuadrar, y por supuesto el esfuerzo económico que suponía, al menos en mi caso, destrozar una película, te hacían estar pendiente de todos esos aspectos.
Con esto no reniego en absoluto de la revolución digital y del acceso mas fácil a hacer fotos en general, incluso me gusta que la gente use cualquier cámara de la que disponga, también la de un teléfono móvil ¿porque no?, es otra manera de despertar quizás la pasión por la fotografía que otros ya sentimos.
Sin embargo me gusta conservar la esencia de la fotografía, la capacidad reflexiva y el romanticismo inicial y no que darme en los aspectos técnicos que son importantes, claro que si, pero siempre he defendido que la fotografía es mucho mas que parámetros. Es la necesidad de decir aquello que de otra manera no eres capaz.
Conocer la manera de hacer fotografía de los pioneros, como nació, la evolución, continuar formándonos permanentemente es vital y de un gozo increíble.
Ampliar bibliografía, aprender técnicas nuevas sobre edición, descubrir fotógrafos que eran desconocidos para nosotros y ver su modo de hacer…
Y sobre todo no parar de hacer fotografía porque es la mejor manera de seguir avanzando en todas las direcciones y hacia uno mismo sobre todo.
Este es el sentido en el que el tamaño si importa, y es el que tenemos que preocuparnos por hacer crecer siempre.
Sí que importa, sí…
;-)