La fotografía es un juego de niños.
Hombres y mujeres necesitamos un juguete para ser feliz.
Yo descubrí la fotografía con 9 años, y desde entonces no he deseado otra cosa que jugar el resto de mi vida. Cuando descubres algo que te gusta y que te hace feliz, nunca piensas en el dinero, eso viene mas tarde, cuando entras en el circulo de la vida entendida desde el punto de vista adulto.
No se cual es mi estilo, tampoco se a que corriente sigue mi estética, solo se que no busco ninguna determinada, solo me dejo llevar por lo que llevo dentro, mas o menos oscuro y mas o menos acertado o no.
Tampoco se realmente lo que significa ser fotógrafo, como tampoco se lo que es ser albañil, fontanero, músico o escritor. Se que uno es lo que se siente, lo que ama y lo que hace para ganarse la vida, aunque hay determinados oficios, como el de fotógrafo, que a duras penas dan para ganarse muy bien la vida. Pero yo me siento fotógrafa, desde que tenía 9 años y gastaba mi paga en revelar carretes a escondidas para que mi madre no me gruñese mas.
Tampoco se si define como buen fotógrafo o no a quien revela en blanco y negro o quien gusta de conservar el color. La vida no es tampoco tan sencilla como para tener eso tan claro…
No creo que una fotografía posea mas interés o no, mas carga emocional, mas poesía, dependiendo de lo uno o lo otro.
Lo interesante es lo que uno siente cuando busca, prepara y revela sus fotografías. Realmente, lo que opinen los demás importa poco. Importa lo que sientes en ese proceso, si realmente te sientes poderoso o una mierda. Porque en realidad un fotógrafo no hace otra cosa que contar su vida a través de secuencias de imágenes inconexas. Y como en el resto de aspectos de nuestra vida es un mal trago cuando llega el momento de exponerte, de mostrarlas a los demás, a sus juicios, valoraciones y preguntas, a veces absurdas y otras crueles que te hacen dudar de todo. Es el potro de tortura.
Creo que hay poco que inventar, pero si muchas maneras de expresar y de contar, y ese cuento indudablemente yo soy una parte importante, joder!!! es mi cuento!
Hay un momento sin duda mágico, y es el encuentro entre la vida y uno mismo y como eres capaz de recogerlo con el mismo mimo que se coge a un bebe recién nacido entre tus brazos.
En ese momento concreto, soy feliz.
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