Nos reunimos con la intención de preparar el taller sobre motivación fotográfica que llevábamos anunciando semanas atrás pero mi cámara le tenía ganas y allí surgió un duelo cuerpo a cuerpo que si o si habrá que repetir.Se nos quedaron balas en la recámara y las dos seguimos vivas pero heridas por esas miradas que se clavan provocando mas ganas aún de seguir disparando.
Claro es que nuestros disparos van cargados de luz, y de otras cosas que no vienen a cuento…
Mientras miraba a Ely recordaba la famosa frase de Frida Kahlo » escoge un amante que te mire como si fueras magia» y es que de amantes, de magia y de miradas fue la tarde previa a nuestro derroche de amor por la fotografía que nos unió un día, en un año cualquiera del que no se si merece la pena acordarme.
Os dejo el resultado de aquella tarde de pasión, prisas y risas.
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